publicado el 25 de enero de 2022
Tras la llegada del Hombre a la Luna, el siguiente reto en la conquista espacial fue llegar a Venus.
La órbita de Venus es un 28% más cercana al Sol que la de la Tierra. Por este motivo, las naves que viajan hacia Venus deben recorrer más de 41 millones de kilómetros adentrándose en el campo gravitatorio del Sol, perdiendo parte de su energía potencial que es entonces transformada en energía cinética; esto ocasiona que este tipo de trayectorias tengan que ser calculadas con mucha precisión. Por otro lado, la atmósfera de Venus no facilita maniobras de frenado atmosférico. Venus es un planeta de atmósfera masiva y sus capas exteriores son mucho más variables y complicadas que las de otros planetas, como Marte. Aterrizar en Venus implica contar con una información extremadamente precisa de la densidad atmosférica en las capas superiores.
Tras el fracaso de la sonda Sputnik 7 lanzada hacia Venus el 4 de febrero de 1961 y que no pudo salir de la órbita terrestre, el 12 de febrero de 1961, la sonda espacial soviética Venera 1 (llamada también inicialmente Sputnik 8) se convierte en la primera sonda enviada con éxito hacia otro planeta. La Venera 1 fue la primera en combinar todas las características necesarias de una nave espacial interplanetaria: paneles solares, antena parabólica para la telemetría, estabilizadores en tres ejes, motor de corrección de rumbo y el primer lanzamiento desde una órbita de aparcamiento.
Venera 1 fue la primera nave espacial lanzada para sobrevolar Venus. Perteneció al Programa Venera y consistió en un cuerpo cilíndrico coronado por una cúpula, de 2'35 m de altura y 1'5 m de diámetro. La masa de combustible era de 643'5 Kg. Dos paneles solares, con una superficie total de 2 m², se extendían en forma radial desde el cilindro. Para las comunicaciones se diseñó una antena de alta ganancia desplegable de 2 m de diámetro. Los comandos de enlace ascendente se enviaron a la nave espacial a 770 MHz y 1'6 bits/s. La sonda estaba equipada con instrumentos científicos, entre ellos un magnetómetro al final de un brazo de 2 m, trampas de iones, detectores de micrometeoritos y contadores de radiación cósmica.
La cúpula contenía una esfera de combustible a presión de 1'2 atm que contenía un banderín de la Unión Soviética y fue diseñada para flotar en el océano venusiano tras el impacto previsto.
La nave Venera 1 también llevaba un motor de corrección de curso. El control de temperatura —nominalmente a 30°C— se logró con persianas térmicas.
Siete días después del lanzamiento, a aproximadamente dos millones de kilómetros de la Tierra, se perdió el contacto con la nave. Entre el 19 y el 20 de mayo de 1961 pasó a 100.000 Km de Venus para, posteriormente, entrar en órbita heliocéntrica.
Éste fue el segundo de dos intentos de enviar una sonda a Venus en febrero de 1961, inmediatamente después del lanzamiento de su nave hermana Venera-1VA No.1, que no llegó a abandonar la órbita de la Tierra.
El motor 11D33 fue el primero de ciclo de combustión en etapas del mundo y también el primer uso de un motor de vacío para permitir el cohete de combustible líquido en el espacio.
Se llevaron a cabo tres sesiones de telemetría, reuniendo datos de viento solar y rayos cósmicos cerca de la Tierra, en la magnetopausa de la Tierra. El 19 de febrero, a una distancia de 1.900.000 Km, después de descubrir el viento solar con Luna 2, Venera 1 proporcionó la primera verificación de que este plasma estaba presente uniformemente en el espacio profundo. Siete días después, no se pudo realizar la siguiente sesión de telemetría programada.
El 19 de mayo de 1961 Venera 1 pasó a menos de 100.000 Km de Venus. Los ingenieros soviéticos determinaron que Venera-1 falló debido al sobrecalentamiento de un sensor de orientación.
El 22 de julio de 1962 la NASA lanzó la primera misión del programa espacial estadounidense con destino a Venus, la sonda Mariner 1, que se destruyó durante el despegue.
A los 4 min y 53 s se produjo una inclinación inesperada del cohete que fue detectada por los encargados de seguridad de la misión. Ante esta situación que implicaba alguna posibilidad de que el cohete cayese en el océano cerca de las rutas transatlánticas, se envió una orden al cohete para su autodestrucción 6 s antes de que liberase la sonda. Durante la caída, el transpondedor de radio siguió mandando señales durante 64 s.
El fallo fue causado por la combinación de dos factores: interferencias en las señales recibidas y la omisión de un guión en las instrucciones del programa de guiado del cohete. Ambos errores provocaron que durante las pérdidas de contacto con tierra el cohete modificara su trayectoria y se desviara de la ruta prevista.
Igualmente fallida resultó la sonda Sputnik 19, similar a la Venera 1 y lanzada por la Unión Soviética el 25 de agosto de 1962.
Sin embargo, el primer éxito en la exploración de Venus no se haría esperar mucho más. La Mariner 2 sobrevoló Venus en diciembre de 1962 a una distancia de 34.773 Km y se convirtió en la primera sonda en transmitir desde las proximidades del planeta. Era una sonda lunar del tipo Ranger modificada. Estableció que Venus no tenía campo magnético y consiguió medir las emisiones térmicas de microondas del planeta.
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Selección musical ©2022 Javier Bedoya para lostfrontier.org