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El 1 de marzo de 1966, la sonda soviética Venera 3 se estrelló deliberadamente en Venus, convirtiéndose en la primera nave espacial en alcanzar la superficie de otro planeta.
La cápsula de descenso de la Venera 4 entró en la atmósfera de Venus el 18 de octubre de 1967.
La Venera 4 fue la primera sonda en transmitir datos medidos directamente en otro planeta. La cápsula midió temperaturas, presiones, densidades y realizó once experimentos químicos para analizar la atmósfera. Sus datos mostraban un 95% de dióxido de carbono y, en combinación con los datos de ocultación de la sonda Mariner 5, mostró que la presión en la superficie era mucho mayor de lo previsto (entre 75 y 100 atmósferas). Estos resultados fueron verificados y refinados por las misiones Venera 5 y Venera 6 los días 16 y 17 de mayo de 1969, aunque ninguna de estas misiones alcanzó la superficie mientras aún transmitían. La batería de la Venera 4 se agotó mientras la sonda aún flotaba lentamente en la masiva atmósfera de Venus, y las Venera 5 y 6 se colapsaron por la alta presión a 18 kilómetros sobre la superficie.
En la década de 1960 EE.UU. y la Unión Soviética desarrollaron estudios técnicos sobre un posible sobrevuelo tripulado a Venus.
A mediados de la década de 1960 la NASA realizó una serie de propuestas sobre un posible sobrevuelo tripulado de Venus en el contexto del Apollo Applications Program, usando material procedente del programa Apollo. El lanzamiento del Apollo-Venus tendría lugar el 11 de octubre de 1973, realizando un sobrevuelo del planeta Venus el 3 de marzo de 1974, regresando hacia la Tierra a continuación y llegando a esta en torno al 1 de diciembre de 1974. Estaba basada en un cohete Saturno V modificado de manera similar a lo que sería posteriormente la estación espacial Skylab.
Coincidiendo en el tiempo, se desarrollaron varias propuestas similares en la Unión Soviética. La principal fue la nave TMK-MAVR. Tendría que haber sido operativa, según los primeros planes, a inicios de la década de 1970. El planteamiento inicial suponía una misión de 680 días integrada por 3 cosmonautas.
Ambas iniciativas serían posteriormente desechadas por los dos países. Mientras los americanos orientaron sus recursos al programa del transbordador espacial, los soviéticos se centraron en el cohete Energía y en la estación espacial MIR.
El primer aterrizaje con éxito en Venus lo realizó la sonda Venera 7 el 15 de diciembre de 1970. Esta sonda reveló unas temperaturas en la superficie de entre 457 y 474 grados centígrados. Tras el fracaso de la Cosmos 359, llegó el éxito de la Venera 8, que aterrizó el 22 de julio de 1972. Además de dar datos sobre presión y temperaturas, su fotómetro mostró que las nubes de Venus formaban una capa compacta que terminaba a 35 kilómetros sobre la superficie. Con un espectrómetro de rayos gamma analizó la composición química de la corteza.
En febrero de 1974 la sonda Mariner 10 sobrevoló a Venus en su camino de encuentro con Mercurio, fotografiando la atmósfera venusiana en ultravioleta, además de realizar con éxito otros estudios atmosféricos.
La sonda soviética Venera 9 entró en la órbita de Venus el 22 de octubre de 1975, convirtiéndose en el primer satélite artificial de Venus. Una batería de cámaras y espectrómetros devolvieron información sobre la capa de nubes, la ionosfera y la magnetosfera. El vehículo de descenso de la Venera 9 se separó de la nave principal y aterrizó, obteniendo las primeras imágenes de la superficie y analizando la corteza con un espectrómetro de rayos gamma y un densímetro. Durante el descenso realizó mediciones de presión, temperatura y fotométricas, así como de la densidad de las nubes. Se descubrió que las nubes de Venus formaban tres capas distintas.
En 1978, la NASA envió la sonda espacial Pioneer Venus. La misión consistía en dos componentes lanzados por separado: un orbitador y una multisonda. La multisonda Pioneer Venus consistía en una sonda atmosférica mayor y otras tres más pequeñas. La sonda mayor fue desplegada el 16 de noviembre de 1978 y las tres pequeñas el 20 de noviembre. Las cuatro sondas entraron en la atmósfera de Venus el 9 de diciembre, seguidas por el vehículo que las portaba. Aunque no se esperaba que ninguna de las sondas sobreviviera al descenso, una de ellas continuó operando hasta 45 minutos después de alcanzar la superficie.
Las Venera 13 y 14 llegaron a Venus el 1 y el 5 de marzo de 1982. Los datos sobre fluorescencia por rayos-X mostraron resultados similares a rocas basálticas ricas en potasio.
El 10 de octubre de 1983, las Venera 15 y 16 entraron en órbita polar sobre Venus. La Venera 15 analizó y realizó un mapa de la atmósfera superior con un espectrómetro de infrarrojos. Del 11 de noviembre al 10 de julio, ambos satélites hicieron un mapa del tercio norte del planeta con radar de apertura sintética. Estos resultados proporcionaron el primer conocimiento detallado de la geología de la superficie de Venus, incluyendo el descubrimiento de los volcanes ocultos inusualmente masivos «coronae» y «arachnoids». Venus no tiene evidencias de placas tectónicas, a menos que todo el tercio norte del planeta forme parte de una sola placa.
Las sondas soviéticas Vega 1 y Vega 2 llegaron a Venus el 11 y el 15 de junio de 1985. Descubrieron que las dos capas superiores de nubes estaban compuestas de gotas de ácido sulfúrico, aunque la capa inferior probablemente está compuesta por una solución de ácido fosfórico.
Las misiones Vega también desplegaron globos aerostáticos que flotaron a unos 53 kilómetros de altitud durante 46 y 60 horas respectivamente, viajando alrededor de un tercio del perímetro del planeta. Estos globos midieron velocidades del viento, temperaturas, presiones y densidad de las nubes. Se descubrió un mayor nivel de turbulencias y convección de lo esperado.
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Selección musical ©2022 Javier Bedoya para lostfrontier.org