Peter Mergener
Existen multitud de artistas que emplean los instrumentos electrónicos para recrear sus mundos de sonidos, pero son muy pocos los que consiguen hacerlo de forma original y convincente, con estilo y personalidad únicos y distintivos. Las huellas de Mergener han quedado en grupos como Software, G.E.N.E. o el dúo formado por Mergener/Weisser. El nuevo disco de Peter Mergener es precisamente uno de ellos y él mismo nos cuenta cómo ha sido concebido y de qué manera se ha convertido en un viajero instintivo. |
©1998 Javier Bedoya
—Siempre has tocado en directo. ¿Qué tipo de sensaciones experimentas en un concierto sobre un escenario, viviendo el momento con toda esa gente a la que le encanta tu música? —Yo empecé muy temprano en una época donde en la música electrónica no existían el Midi ni el ordenador. Fue verdaderamente un experimento y las posibilidades de archivar las estructuras no existían en aquel tiempo, con 3 secuenciadores analágicos y una caja de ritmos, varios sintetizadores que utilicé antes de la etapa con Software sobre los escenarios frente al público, que no habían oído nada de música electrónica anteriormente y la respuesta fue muy positiva en aquel tiempo. Sunbeam, Beam-Scape (1984, Peter Mergener & Michael Weisser) —Este disco es el concierto que diste en el KlemDag Festival. ¿Cuál era la idea para este evento? —El concierto del KlemDag '96 fue el segundo para KLEM. El primer concierto presentó el album Take Off y para nuestro segundo concierto no teníamos album, así que decidí presentar buenas viejas melodías y nuevo material que fue compuesto para ese concierto. Con el apoyo de mis músicos creamos una auténtica atmósfera de concierto que es patente en el nuevo CD. Add-Space-To-Time, Electronic-Universe Part. I (1985, Software) —¿El título del CD, Instinctive Traveller, tiene algo que ver con la geografía (algunos de los temas hacen referencia a África o Australia), con nuestra condición cósmica («Under The Sun») o es un concepto que se encuentra más allá de las sensaciones tangibles? —Tras el título de Instinctive Traveller se encuentra la idea de un viaje de título en título de sitio en sitio. Y por otro lado lo conecto conmigo mismo, porque pienso instintivamente visitar los lugares correctos, que son importantes para mí. —Los instrumentos electrónicos le permiten al artista crear su propio universo de sonidos. ¿Fue ésta la principal razón para ti para utilizar esta tecnología? —Sí; además, es fascinante trabajar con fantásticos sonidos artificiales. Has de reconocer que hace años esto era algo muy novedoso y tan sólo un puñado de músicos dominaba ese sonido. —También te gusta emplear otro tipo de instrumentación, no sólamente electrónica, y creo que es una idea acertada. ¿Por qué no utilizar otros sonidos si pueden complementar y enriquecer el resultado final? Pero mucha gente rechaza esta mentalidad y creen que la música electrónica debe ser interpretada sólo con teclados. ¿Qué opinión tienes de todo esto? —En una carrera musical en desarrollo continuo, que no cesa un solo día, de repente sientes que una guitarra o un saxo podrían ser el instrumento adecuado para desarrollar una idea musical. Modesty Blaze, Modesty Blaze (1991, Software) —En los '70 la música electrónica sonaba muy extraña; muchos ruidos y poca melodía. Era una época de experimentación y evolución y ahora no podemos imaginar la música moderna sin estos instrumentos. ¿Cómo ves estos últimos 30 años? —Yo mismo a menudo escucho la primera música electrónica sin melodías. La mayoría de la gente piensa que este tipo de música era muy fácil de crear, pero no lo era tanto. Muchas piezas electrónicas del pasado son mucho más creativas que las actuales, porque los músicos experimentaban más. Los hábitos de escucha han cambiado en los últimos años y la gente demanda más melodías, no es posible hacer únicamente música espacial. Touch the Guitar, Instinctive Traveller (1997) —Miles de posibilidades abiertas. ¿Cuáles eran tus impresiones cuando comenzaste por primera vez a utilizar instrumentos electrónicos? —Miles de posibilidades son indecisas. Las impresiones al comienzo de mi carrera musical eran más intensas que en la actualidad, porque todo era nuevo y fascinante. Hoy estás habituado a los sonidos. En el pasado todo sonido electrónico era algo especial. —¿Hacia dónde vamos? ¿Puedes imaginar el futuro de la música? —¿Adónde vamos? ¡No tengo ni idea! Puedo imaginar que la música electrónica de hoy llegará a ser la clásica de mañana. La música popular del futuro será electrónica, seguro, tal vez más influenciada por la étnica. Sería maravilloso si la gente dejase de pensar en fronteras y dejasen a la música hablar. Into the Great Wide Open, Noises in the Sky (1999) —¿Crees que la música puede cambiar algo en nuestra vida, en nuestro planeta? —No creo que la música cambie muchas cosas, porque la mayoría de las personas tienen sus problemas cotidianos y tienen que tomar lo que la industria les ofrece. —¿Componer música es una buena manera de disfrutar más de la vida? ¿Te ha ayudado a ver las cosas bajo otra luz? ¿Qué te gustaría hacer si no pudieras componer esta música fantástica? —Hacer música es siempre una buena forma de disfrutar para mí. He aprendido a ver muchas cosas desde otro punto de vista. Pero nadie debería olvidar que terminar una producción requiere mucha energía, que no es siempre divertido, es un trabajo realmente creativo que implica un gran conocimiento de detalles técnicos. Heidenburg, 16 de junio de 1998 |