Peter Mergener






Existen multitud de artistas que emplean los instrumentos electrónicos para recrear sus mundos de sonidos, pero son muy pocos los que consiguen hacerlo de forma original y convincente, con estilo y personalidad únicos y distintivos.
Peter Mergener es uno de esos pioneros que se mantiene en un nivel de creatividad encomiable y que desafía con sus ideas las críticas de aquellos que sostienen que la música electrónica tal y como la entendíamos hace 20 años ha muerto hace tiempo.
Pues no sólo no ha muerto, sino que artistas como él han sabido adaptarse a los nuevos tiempos e insuflar nuevas dosis de energía a una corriente musical que a mí personalmente siempre me ha parecido fascinante y revolucionaria donde las haya.

Las huellas de Mergener han quedado en grupos como Software, G.E.N.E. o el dúo formado por Mergener/Weisser.
Viniendo de Alemania podríamos entender las dotes de este hombre para manejarse entre cables y teclados, pero además de eso Peter Mergener no renuncia a la investigación sonora y echa mano de los instrumentos convencionales cuando las cosas así lo requieren, opción que muchos no aprueban pero que yo entiendo muy inteligente por parte del músico.
Esta versatilidad le ha permitido trabajar en la creación de sonidos para acompañar imágenes (como las de la serie documental Terra X) y para proporcionar conciertos memorables que satisfacen todos los sueños de los fans más recalcitrantes.

El nuevo disco de Peter Mergener es precisamente uno de ellos y él mismo nos cuenta cómo ha sido concebido y de qué manera se ha convertido en un viajero instintivo.

©1998 Javier Bedoya










—Siempre has tocado en directo. ¿Qué tipo de sensaciones experimentas en un concierto sobre un escenario, viviendo el momento con toda esa gente a la que le encanta tu música?

—Yo empecé muy temprano en una época donde en la música electrónica no existían el Midi ni el ordenador. Fue verdaderamente un experimento y las posibilidades de archivar las estructuras no existían en aquel tiempo, con 3 secuenciadores analágicos y una caja de ritmos, varios sintetizadores que utilicé antes de la etapa con Software sobre los escenarios frente al público, que no habían oído nada de música electrónica anteriormente y la respuesta fue muy positiva en aquel tiempo.
Años después, cuando edité álbumes como Mergener/Weiser y Software, todo fue creciendo y durante los conciertos recibíamos un gran apoyo. A veces era como si estuviéramos tocando frente una gran familia y recibíamos un montón de fuerza y energía del auditorio, lo cual era muy inspirante.





Sunbeam, Beam​-​Scape (1984, Peter Mergener & Michael Weisser)





—Este disco es el concierto que diste en el KlemDag Festival. ¿Cuál era la idea para este evento?

—El concierto del KlemDag '96 fue el segundo para KLEM. El primer concierto presentó el album Take Off y para nuestro segundo concierto no teníamos album, así que decidí presentar buenas viejas melodías y nuevo material que fue compuesto para ese concierto. Con el apoyo de mis músicos creamos una auténtica atmósfera de concierto que es patente en el nuevo CD.





Add​-​Space​-​To​-​Time, Electronic​-​Universe Part. I (1985, Software)





—¿El título del CD, Instinctive Traveller, tiene algo que ver con la geografía (algunos de los temas hacen referencia a África o Australia), con nuestra condición cósmica («Under The Sun») o es un concepto que se encuentra más allá de las sensaciones tangibles?

—Tras el título de Instinctive Traveller se encuentra la idea de un viaje de título en título de sitio en sitio. Y por otro lado lo conecto conmigo mismo, porque pienso instintivamente visitar los lugares correctos, que son importantes para mí.


—Los instrumentos electrónicos le permiten al artista crear su propio universo de sonidos. ¿Fue ésta la principal razón para ti para utilizar esta tecnología?

—Sí; además, es fascinante trabajar con fantásticos sonidos artificiales. Has de reconocer que hace años esto era algo muy novedoso y tan sólo un puñado de músicos dominaba ese sonido.





—También te gusta emplear otro tipo de instrumentación, no sólamente electrónica, y creo que es una idea acertada. ¿Por qué no utilizar otros sonidos si pueden complementar y enriquecer el resultado final? Pero mucha gente rechaza esta mentalidad y creen que la música electrónica debe ser interpretada sólo con teclados. ¿Qué opinión tienes de todo esto?

—En una carrera musical en desarrollo continuo, que no cesa un solo día, de repente sientes que una guitarra o un saxo podrían ser el instrumento adecuado para desarrollar una idea musical.
Hoy casi todo es electrónico y creo que la conexión de los instrumentos tradicionales con la música electrónica es muy seductora. Pero en cualquier caso es una cuestión de gusto. A los músicos electrónicos tradicionales les gustan sólo los sonidos sintéticos y desdeñan todos los convencionales.
Nunca me he sentido influido desde ningún punto de vista por otros músicos. Siempre voy siguiendo mi camino, un camino en el cual pueda desarrollar mis ideas musicales.





Modesty Blaze, Modesty Blaze (1991, Software)





—En los '70 la música electrónica sonaba muy extraña; muchos ruidos y poca melodía. Era una época de experimentación y evolución y ahora no podemos imaginar la música moderna sin estos instrumentos. ¿Cómo ves estos últimos 30 años?

—Yo mismo a menudo escucho la primera música electrónica sin melodías. La mayoría de la gente piensa que este tipo de música era muy fácil de crear, pero no lo era tanto. Muchas piezas electrónicas del pasado son mucho más creativas que las actuales, porque los músicos experimentaban más. Los hábitos de escucha han cambiado en los últimos años y la gente demanda más melodías, no es posible hacer únicamente música espacial.
Es una pena. Hay demasiada gente con la creencia de que debe hacer un CD, hay muchas producciones de «fin de semana» en el mercado y nadie está interesado en estos CD's, pero saturan el mercado y para un músico que compone de forma seria y que percibe sus ingresos de la música la vida no es realmente fácil.





Touch the Guitar, Instinctive Traveller (1997)





—Miles de posibilidades abiertas. ¿Cuáles eran tus impresiones cuando comenzaste por primera vez a utilizar instrumentos electrónicos?

—Miles de posibilidades son indecisas. Las impresiones al comienzo de mi carrera musical eran más intensas que en la actualidad, porque todo era nuevo y fascinante. Hoy estás habituado a los sonidos. En el pasado todo sonido electrónico era algo especial.





—¿Hacia dónde vamos? ¿Puedes imaginar el futuro de la música?

—¿Adónde vamos? ¡No tengo ni idea! Puedo imaginar que la música electrónica de hoy llegará a ser la clásica de mañana. La música popular del futuro será electrónica, seguro, tal vez más influenciada por la étnica. Sería maravilloso si la gente dejase de pensar en fronteras y dejasen a la música hablar.
Creo que la nueva tecnología y los efectos visuales entrarán en la escena musical, porque la mayoría de la gente no está suficientemente satisfecha sólo con la música, les gusta tener la aventura absoluta, ya sea con imágenes o con sensores que potencien las emociones. Hoy tan sólo puedes presentir lo que serán las tecnologías; nadie lo sabe.
Espero que la vida de los humanos no esté dirigida sólamente por los ordenadores, porque entonces caerán en la soledad; muchos humanos son solitarios ya ahora. Con toda nueva tecnología siempre hay que asumir algún riesgo si la utilizas de la manera equivocada. Es muy importante para mí que los humanos encontremos un camino común, que sintamos respeto hacia los demás y hacia el medio ambiente, tenemos que aprenderlo, y tenemos que emplear la tecnología con la fuerza intelectual, como señalé con las palabras de Phil Bosmans en el CD Applaus für die Schöpfung. La música debería ser entretenida para todos y debería ayudar a relajarnos.





Into the Great Wide Open, Noises in the Sky (1999)





—¿Crees que la música puede cambiar algo en nuestra vida, en nuestro planeta?

—No creo que la música cambie muchas cosas, porque la mayoría de las personas tienen sus problemas cotidianos y tienen que tomar lo que la industria les ofrece.


—¿Componer música es una buena manera de disfrutar más de la vida? ¿Te ha ayudado a ver las cosas bajo otra luz? ¿Qué te gustaría hacer si no pudieras componer esta música fantástica?

—Hacer música es siempre una buena forma de disfrutar para mí. He aprendido a ver muchas cosas desde otro punto de vista. Pero nadie debería olvidar que terminar una producción requiere mucha energía, que no es siempre divertido, es un trabajo realmente creativo que implica un gran conocimiento de detalles técnicos.
No me puedo imaginar sin hacer música. Primero sería cocinero, que también es un trabajo creativo. Espero hacer esta música durante mucho tiempo. Tengo montones de ideas y en este punto estoy trabajando en una nueva producción, que debería ser una edición especial para el KlemDag 1998.




Heidenburg, 16 de junio de 1998





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