Johannes Schmoelling
A estas alturas, para los amantes de la música electrónica, Johannes Schmoelling no necesita presentación. Si los seguidores de Tangerine Dream (y de la música electrónica en general) recuerdan con especial cariño los años 70 con Edgar Froese, Chris Franke y Peter Baumann, no menos recuerdos guardan de la primera mitad de los 80, cuando Schmoelling sustituye a Baumann. Johannes es un hombre muy ocupado, pero aún así hizo un hueco para nosotros. |
entrevista ©2003 Manuel Lemos Muradás para lostfrontier.org
—En 1980 Tangerine Dream publicó Tangram, la primera vez que tu nombre fue asociado al de la banda. ¿Qué habías hecho, musicalmente hablando, hasta ese momento? —Comencé tocando el piano a los 8 años. Después, a los 12 ó 13, me pasé al órgano de iglesia, porque me encantaba oír su sonido cada domingo. Era un sonido fascinante por su riqueza y variedad tonal. A los 16 entré en una banda de rock en el instituto; tocábamos la música de Jimi Hendrix, John Mayall, The Nice... En 1972 me matriculé en la Universidad de Música y Tecnología de Berlín, donde me gradué en 1977. Después empecé a trabajar como técnico en Die Schaubühne, un famoso teatro de Berlín donde estuve dos años, etapa que me sirvió como aprendizaje para crear sonidos y ambientes específicos para producciones teatrales. —¿Cómo entraste en Tangerine Dream? —En el verano de 1979, Edgar Froese me invitó a una audición en su estudio. Alguien le había hablado de mí y él pensó que sería ideal para sustituir a Peter Baumann. —A mediados de los 80 dejaste el grupo. ¿Cuál fue la razón de tu marcha? —Es difícil de explicar. Pienso que Chris, Edgar y yo encajábamos muy bien e incluso hoy podríamos hacer cosas muy interesantes. Sin embargo, tuve la sensación de que acabaríamos destrozando el grupo si continuábamos trabajando de aquella forma. Gondola Song (Songs No Words, 1995) —En tus discos en solitario oímos mucha improvisación en detrimento de la composición. ¿Estás de acuerdo? —En mi ánimo siempre ha estado, y aún lo está, tocar, componer o improvisar directamente en respuesta a las imágenes. No tengo reglas específicas para componer. A veces se me ocurre una idea para un concepto y busco sonidos que encajen bien en ese proyecto. Otras veces comienzo con una improvisación al piano. Toco durante horas y lo grabo todo. Más tarde comienzo a trabajar en algunas partes que encuentre interesantes y a arreglarlas con instrumentos electrónicos. —¿Cuál fue el mejor y el peor álbum en el que trabajaste en TD? —Mi disco favorito es Logos Live. Fue nuestro primer disco en directo juntos. Kneeplay No.9 (Songs No Words, 1995) —¿Qué te inspira hoy musicalmente? —No estoy seguro. Pienso mucho en el silencio, en la ausencia de cualquier sonido. En cómo debería sonar la música con un sentimiento de calma y quietud totales. Quizás estos pensamientos me inspiran musicalmente y son una de las razones para seguir haciendo música. —¿Qué piensas de la música actual de Tangerine Dream? —No sigo a la banda desde que la dejé y no quiero juzgar lo que Edgar Froese hace hoy. Cuando Chris Franke dejó el grupo, unos pocos años después que yo, supe que hice lo correcto y que un episodio de TD había llegado a su fin. —Háblanos de tu pasión por el piano y ese concepto acústico que tienen tus álbumes. —Como dije antes, mi educación musical comenzó con el piano y más tarde con el órgano de iglesia. Durante mi periodo escolar también aprendí a tocar el corno francés, de ahí mi familiaridad con los instrumentos acústicos. Matjora Is Still Alive (Wuivend Riet, 1986) —Desde que dejaste TD no has editado muchos discos, si exceptuamos las reediciones de tus álbumes con temas añadidos. ¿Por qué? ¿Tendremos pronto un nuevo disco electrónico de Johannes Schmoelling? —Songs No Words (1995) fue completado en 1991. Desde ese momento trabajé principalmente en bandas sonoras. Por ejemplo, en 1992 comencé a trabajar en la música para una serie de televisión titulada Ein Starkes Team. Tuvo mucho éxito en Alemania. Trataba de un departamento de policia en Berlín fundado en 1991, después de la caída del muro. También trabajo mucho para teatro y para otras producciones televisivas. Quizá edite un nuevo disco el año que viene. Berlín, Alemania, 2003 |